25 de agosto de 2013

RADIO PINGÜINO ELEMENTAL (podcast)


Si, estoy estrenando un nuevo medio de encuentro con los amantes del rock mexicano e internacional, y también de otros ritmos de calidad, del arte, la cultura y las ideas: Radio Pingüino Elemental. Claramente no soy experto en este nuevo medio, ni tengo la infraestructura ideal para realizarlo. Pero espero que la motivación valga más que la limitación. Como sea, este programa de radio por internet para escuchar en el momento que se desee (podcast), complementa el trabajo de los blogs, pero en este caso desde el placer relajado, libre y espontáneo, sin reglas, controles ni búsquedas más grandes que el hecho mismo de compartir intereses entre afines, como la música, los libros, el cine, etc., como en una amena plática entre amigos, porque trata de ser justo eso. De mi parte, con las propuestas de canciones, opiniones críticas, sugerencias y reflexiones; y desde los radioescuchas, con la participación en las secciones pensadas para ello. El programa tendrá varias secciones, y sólo algunas aparecerán en cada programa, sin regularidad ni orden establecidos, ni motivación mayor que el impulso emocional y el mero deseo. Algunas son:
  • Literatura: donde se comentarán (o leerán, en el caso de las obras breves) novelas, cuentos, poemas, ensayos y otras obras literarias destacadas, de autores mexicanos e internacionales.
  • Cine: donde se comentarán películas clásicas y recientes que sobresalen por su calidad y propuesta artística.
  • La Invitada Extranjera: donde se comentarán y programarán canciones de rock en otras lenguas, o en castellano de otros países de Hispanoamérica.
  • Otros Ritmos: donde se abrirá el espacio para comentar y programar canciones que, sin ser de rock, son interesantes y significativas.
  • Contingencia: donde se tratará un tema de actualidad, sea político, cultural, artístico, social o científico, para invitar al debate y la reflexión.
  • Otros Medios: donde se comentarán y recomendarán espacios de televisión, radio, internet y demás medios de comunicación, que signifiquen un aporte crítico e informativo.
Pero como ya dije, también hay secciones abiertas a la participación directa de los radioescuchas, tales como:
  • Locutor Invitado: donde se abrirá el espacio para que los radioescuchas envíen su comentario grabado sobre alguna canción de su interés, para incorporarlo a los programas (para ello tendrán que enviar a mi e-mail ambos archivos, comentario y canción, en formato mp3, o el link de descarga de los archivos si los suben a un servicio de hosting, obviamente cuidando que la calidad de las grabaciones sea lo suficientemente óptima, y que su propuesta sea congruente con el espíritu del programa).
  • Noticiario: donde, gracias a la información que envíen los radioescuchas, se comentarán conciertos próximos, discos de reciente aparición, o sucesos novedosos de la música, los músicos y artistas de México y del mundo.
  • Respondiendo al Radioescucha: donde se responderá alguna pregunta, inquietud o tema sugerido, que los radioescuchas comenten en el blog del programa o envíen por e-mail.
  • La Complacencia: donde se comentarán y programarán canciones o solistas y grupos que sugieran los radioescuchas, sea porque quieran que se analicen, o por el mero placer de escucharlas, y que hayan pedido en los comentarios del blog o por e-mail.
Pero el programa también está abierto a incorporar secciones que los radioescuchas sugieran.

En fin, quedan invitados para la participación, los comentarios y sugerencias, que, como en el caso de los blogs, son los que finalmente cierran el círculo comunicativo entre la propuesta de difusión y análisis crítico, y la opinión y el aporte que los enriquezca aún más, objetivo central de este nuevo programa de radio y de ambos blogs. Sean, entonces, bienvenidos a Radio Pingüino Elemental, y espero que lo disfruten:



12 de agosto de 2013

SANTA DEL INFONAVIT


Letra y Música: Armando Palomas.
Intérprete: Armando Palomas y Gerardo Enciso.
Disco: Puros besos.


 

Cuando el trueno comienza a anunciar
que la lluvia pronto va a caer,
desde un rincón de esta ciudad
alguien ha comenzado un ritual:

ha jurado dejar las pastillas,
dejar para siempre el arrabal,
sacar sus ansias de adrenalina,
sacar sus instintos de Santa.

De Santa con olor a crisantemo,
de Santa de la esquina y un farol,
Santa tatuada de las caderas,
Santa de sudor y tierra,
Santa de mi devoción.

Santa con olor a incienso negro,
Santa de los labios con alcohol,
Santa de olor a hierba quemada,
Santa de mis madrugadas,
Santa de mi devoción.

Santa de calumnias y secretos,
Santa de los besos de alfajor,
Santa con altar en la cantina,
Santa de la mezcalina,
Santa de mi devoción.

Santa de los ojos angustiados,
Santa del castigo y del placer,
Santa, ruega, ruega hoy por mí,
Santa de mi veladora,
Santa de un Infonavit,
Santa de un Infonavit,
Santa de un Infonavit.


Ahora que se editó el libro Rupestre (que, por cierto, hace generosa mención del otro blog, y que agradezco mucho), donde se analiza este movimiento rockero mexicano, y se entrevista a varios de sus representantes más destacados, reflexioné sobre sus diferentes etapas. Una primera es la que propició la unión de los músicos que definieron y desarrollaron el subgénero: los que aparecen en la célebre foto, es decir, Roberto Ponce, Nina Galindo, Eblén Macari, Fausto Arrellín, Roberto González, Rafael Catana y Rockdrigo, pero también los que, sin haber formado parte oficialmente, coinciden en su estética y espíritu, a veces a pesar suyo, como Jaime López y Emilia Almazán. En un segundo momento, está una siguiente generación, herederos directos de esta búsqueda, como Arturo Meza, Armando Rosas, Iván Rosas, Jaime Moreno Villarreal, Carlos Arellano, Gerardo Enciso y hasta Choluis. Y aun hay ahora una tercera generación que, aunque marca nuevas diferencias y distancias, posee indudable influencia de los rupestres, como Nono Tarado, Alias el Hacs y sobre todo Armando Palomas. Por desgracia, pese a algunos méritos innegables y varias rolas realmente buenas, se nota ya en esta última etapa un desgaste, una carga que se ha extendido demasiado en el tiempo, una reiteración estilística que empieza a agotar, y una necesidad ya urgente de búsqueda por una vía nueva, fresca, musical y letrística. Finalmente, un ciclo cumplido, lo que muestra una vez más que el arte exige renovación permanente, aunque a muchos les cueste asumirlo así.
Pero como ya dije, eso no significa que la nueva generación de influencia rupestre no logre muy buenas canciones. Es el caso de Santa del Infonavit, de Armando Palomas, que interpreta con el invitado Gerardo Enciso. Más tirado hacia el humor reiterativo, por suerte en este caso Palomas se modera más de lo habitual. Como en el caso del post anterior, estamos ante una canción que recibe influencia directa de un personaje literario. En este caso, Santa, de Federico Gamboa, no sólo la novela más destacada del Naturalismo mexicano, sino la que inauguró el cine sonoro en México (con la consabida canción homónima de Agustín Lara, compuesta especialmente para la película). Armando Palomas juega con la ambigüedad irónica del nombre de la protagonista de la obra de Gamboa, para que no se aclare si su uso es como adjetivo o como nombre propio en su rola. Pero también resulta una revisión musical y letrística de la canción de Lara, desde el ángulo nuevo y la forma propia de un neo-rupestre, lo que, de suyo, es muy interesante, precisamente al estilo de El viejo Rip de Rockdrigo, pero en este caso con la ganancia de que se comparan dos canciones, es decir, dos obras del mismo género artístico. Obviamente la canción de Palomas expresa de manera más directa la condición de prostituta de su protagonista (y también moderna, gracias a la alusión barriera del Infonavit), que Lara evade cuidadosamente para que su bolero funcione como una canción de amor más, general. Santa del Infonavit enfrenta de lleno esta condición de prostituta, pero con un correcto control, equilibrando el tema con los recursos poéticos, básicamente metafóricos, al estilo de Real de Catorce en Mujer sucia o Me miraba a los ojos, Delirium en Canonicemos a las putas (musicalización de un poema de Jaime Sabines), Jaime López en Alma de tabique, y hasta Napoleón con Pajarillo en la balada (siendo un género tan liviano), y otros ejemplos, y no desde la crudeza más propia del bolero añejo, como el mismo Lara en Aventurera, y Los Panchos en Amor de la calle y Perdida. Armando Palomas usa un par de estrofas introductorias, para luego dejar que la letra se sostenga en la sucesión de metáforas, y también con el recurso de la figura retórica de conversión en las tres siguientes estrofas; es decir, la repetición del verso final, para cambiar en la estrofa de cierre, y sustituir el recurso por la frase el título, lo que muestra un muy buen manejo de la forma, logrando una letra un tanto minimalista, pero muy precisa en su sencillez, sin desbordes, con cierto aire a la técnica del mosaico.
Por el lado de la música, Palomas crea una balada rupestre a dos guitarras electroacústicas, en tono mayor, pero ligeramente melancólica, que recuerda la línea melódica propia del Joaquín Sabina de Pongamos que hablo de Madrid o Princesa, pero con mayor suavidad, más cercana al estilo de Carlos Arellano en Amor veloz o Ella lo ama, él también. Sin duda la diferencia de timbres hace que el aporte de la voz rasposa de Gerardo Enciso enriquezca mucho el arreglo, y las armonías de la voz duplicada de Palomas resultan muy limpias y gratas. La discreción de los solos de guitarra electroacústica imprime a la rola un aire de reunión bohemia en un patio de prepa o de fogata, pero que no llega a incomodar realmente. No obstante, al final sí queda cierta sensación de que ha sonado algo ya muy conocido, como mencioné al principio, lo que hace sentir que, reconociendo que estamos ante una buena canción, algo de conformismo en la obra de Palomas y demás neo-rupestres empieza a preocupar.